jueves, 28 de octubre de 2010

Un mensaje de vida para reflexionar y cambiar

Esta es una carta con mucho contenido, si ya la conoces te invito a recordarla, si no la has leído tómate un momento para hacerlo, ojalá te  produzca algún buen efecto.  



El texto fue escrito por GEORGE CARLIN (Su esposa murió recientemente).No es sorprendente que George Carlin, comediante de los años 70 y 80, pudiera escribir algo tan elocuente.



UN MENSAJE POR GEORGE CARLIN:



La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios mas altos y temperamentos mas reducidos, carreteras mas anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.



Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.



Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.



Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.



Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.



Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales deshechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.



Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.



Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.



Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.



Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.



Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.



Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.



Y siempre recuerda:



La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.



George Carlin.

martes, 5 de octubre de 2010

El cazador de estrellas!

Una tarde, caminando por la playa observé a un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez.

Tan pronto como me acerqué me di cuenta de que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas habían dejado en la arena y una a una las devolvía de nuevo al mar.

Intrigado pregunté que estaba haciendo.

- Estoy lanzando estas estrellas de regreso al mar. La marea las deposita en la arena y ellas se han quedado varadas a la orilla, si no las regreso inevitablemente morirán.

Entiendo, le dije, pero hay cientos, tal vez miles de ellas en esta playa. No puedes devolverlas todas. Tal vez no lo has pensado pero lo mismo sucede a lo largo de miles de playas en todas las costas, tu no alcanzas a regresar siquiera a las que se varan en esta playa es poco para ellas. Tu esfuerzo no tiene sentido!

El hombre solo sonrió mientras arrojaba otra estrella al mar y luego respondió:

- Para muchos tal vez no, pero para ésta si lo tuvo!



Moraleja: Algunos de tus esfuerzos quizá no sirvan para solucionar los problemas del mundo, pero pueden servir para hacer feliz a alguien que esté a tu lado, no dejes de hacerlos.